El uso frecuente y a largo plazo está relacionado con el aumento de las tasas de abandono escolar, la reducción del rendimiento académico y la reducción del coeficiente intelectual. Estos efectos negativos en el cerebro pueden hacer difícil la vida escolar ya que los estudiantes que usan marihuana tienen un éxito académico y tasas de graduación más bajos que los estudiantes que no lo hacen.
About 3 in 10 people who use cannabis develop a cannabis use disorder. The risk is higher for those who start using as teens and use cannabis more frequently.
El consumo de cannabis afecta directamente a las partes del cerebro responsables de la memoria, el aprendizaje, la atención, la toma de decisiones, la coordinación, las emociones y el tiempo de reacción.
Según la Encuesta sobre conductas de riesgo en jóvenes de 2023, casi el 29% de los estudiantes de secundaria de Nevada informaron haber consumido cannabis alguna vez.
La marihuana puede causar daño y cambios físicos en el cerebro de un estudiante, ya que no está completamente desarrollada hasta mediados de los años 20, y este daño puede ser permanente. Los estudios revelaron que la marihuana en realidad puede disminuir el coeficiente intelectual del estudiante, y los estudiantes que usan productos de marihuana regularmente tienen problemas para concentrarse, resolver problemas, aprender nueva información, retener información y nuevos recuerdos, prestar atención y procesar pensamientos. Estos efectos negativos en el cerebro pueden dificultar la vida escolar, ya que los estudiantes que usan marihuana tienen menores tasas de éxito académico y graduación en comparación con los estudiantes que no lo hacen.
Presión de los compañeros
Los estudios muestran las principales razones por las que los estudiantes usan marihuana son para saber cómo es, presión de los compañeros, aburrimiento, sentirse mejor y solo para ponerse “high”/alto. La presión de los compañeros es la segunda razón más común para el consumo de marihuana en los jóvenes. La necesidad de sentirse aceptado y querido puede hacer que los jóvenes tomen malas decisiones, incluyendo el uso de marihuana y otras sustancias que son ilegales para los menores de 21 años. La investigación reveló aproximadamente 1 de cada 5 estudiantes de secundaria que están usando productos de marihuana y la identidad social de un estudiante y los grupos de pares influyen en gran medida en esta proporción.
Riesgo percibido Los jóvenes tienen menos probabilidades de usar una sustancia si creen que puede ser perjudicial (riesgo percibido). El riesgo percibido por los jóvenes que implica el consumo de marihuana es bajo. La Administración de Servicios de Abuso de sustancias y Salud Mental (SAMHSA) llevó a cabo investigaciones sobre la percepción de los jóvenes de un gran riesgo de daño por el uso de marihuana y encontró que Nevada era uno de los 10 estados principales en que el riesgo percibido de los jóvenes era extremadamente bajo. Esta información es importante a considerar cuando se trata de la prevención, porque este estudio se hizo antes de la legalización de la marihuana para uso recreativo en Nevada. Informar a los estudiantes del riesgo para la salud asociado con el uso de marihuana podría ayudar a reducir el consumo de marihuana entre los jóvenes de la escuela.
Signos de uso Notar cambios en el comportamiento puede prevenir el impacto negativo que la marihuana puede tener en la vida de los estudiantes. Los siguientes son cambios que podrían indicar abuso de sustancias u otros problemas que deben abordarse:
Falta de higiene y apariencia
Cambios de humor inusuales y desinterés en pasatiempos y actividades extracurriculares
Relaciones de compañeros estresantes o difíciles
Disminución del éxito académico
Parece ser inusualmente feliz y alegre
Movimiento descoordinado
Ojos rojos
Olvido
Uso regular de gotas para los ojos, incienso, perfume u otros productos para eliminar olores
Olores extraños en la ropa y artículos personales
Posesión de parafernalia de drogas o artículos que apoyan el uso de drogas
Hablando con los estudiantes: Ha habido muchos esfuerzos a lo largo de los años para prevenir el consumo de drogas de los estudiantes. El enfoque más directo para la prevención de la marihuana es simplemente hablar. Los siguientes consejos de la Asociación para Niños Libres de Drogas pueden ayudar a comenzar la conversación:
Mantenga una mente abierta
Su adolescente puede ser más receptivo si se adopta una actitud libre de juicio cuando se habla de marihuana.
Póngase en sus zapatos Si tiene en cuenta cómo preferiría que los temas difíciles fueran dirigidos y cómo le hizo sentir estas conversaciones, puede parecer más cómodo y más fácil de hablar.
Indique claramente la meta Tómese tiempo para llegar a las metas que desea alcanzar a través de la conversación.
Esté tranquilo y relájese Crear un ambiente acogedor puede ayudar a alcanzar los objetivos que describió para la conversación.
Sea positivo
Un enfoque negativo podría ser contraproducente, desalentador y puede disminuir la receptividad.
No sermonee
Su adolescente ya sabe que el consumo de marihuana está prohibido o tenía algún nivel de educación para la prevención de drogas. Sermonear podría disminuir la efectividad de la conversación.
Encuentra un ambiente cómodo
Su adolescente puede ser más receptivo en un entorno informal. Busque maneras de establecer el tono para una conversación más informal.
Observar el lenguaje corporal
El lenguaje corporal puede ser una buena indicación de cómo va la conversación. Por el contrario, es importante que su lenguaje corporal también sea apropiado. Siéntese con su hijo adolescente cuando hable, pruebe un arreglo de asientos relajado y tenga en cuenta los gestos de manos y dedos.